jueves, diciembre 01, 2022

DICIEMBRE

 

Llega diciembre, el mes de los buenos propósitos e intenciones donde todos aquellos que nunca saludan durante el año aprovechan la Navidad para quedar bien.

Diciembre es ese mes de las reuniones de empresas y familiares que suelen acabar abundantemente regadas en alcohol y con alguno con la corbata en la testa haciendo el tren o la conga.

Llegan todas las novedades editoriales de golpe para que haya material que regalar a ese familiar que todos tienen que se dedica a leer antes de dormir cada noche.

El sobrino sablista aprovecha para saquear la cartera de abuelos y tíos para disfrutar de una economía saneada sin cortarse un pelo.

Los solitarios sobreviven como pueden a la dosis extra de azúcar de este mes que es especialmente duro.

Es un momento extraño donde la obligación no escrita consiste en ser feliz todo el tiempo.

Algunos desearían tener un botón de hibernar y suprimir estos días duros donde se hace alarde una felicidad impostada y programada.

Para otros será un mes más con largas jornadas de trabajo y malas noches de sueño.

Diciembre es el mes en el que se hace balance de año, se repiten todas las noticias y música del período que se va a modo de recordatorio como si alguien tuviera que reincidir en lo sucedido, sobre todo en lo que a malas noticias se refiere que venden muchísimo.

Diciembre es el mes de los circos, los hay por todos lados.

De las compras de lotería en cantidades industriales y más si se trata de una persona con gran número de conocidos en asociaciones, peñas ciclistas, fallas...

Diciembre es el mes de las cenas de grupo.

Donde la cuestión principal parece ser reunirse y comer como si no hubiera mañana.

Es el mes de los excesos gastronómicos.

De los balances.

De los villancicos con voces estridentes y agudas.

De los disfraces.

Y de la añoranza de aquellos se fueron nuestro lado y cuyo recuerdo se agranda en esas fechas dadas a la alegría.

La prensa siempre se encarga de recordar que diciembre es el mes de la miel y los buenos deseos.

La rueda sigue…

martes, noviembre 01, 2022

NO VUELES

 Alguien me dijo una vez, no sé el motivo por el que escribes, si nadie lee, grabas, si nadie lo escucha, eso me hizo reflexionar que los pájaros cantan todos los días, aunque no tengan público.


Es cierto que a veces resulta incómodo que hagas algo y no veas resultados, pero en mi caso que me he equivocado tantas veces con multitud de ideas que creía que iban a funcionar, no hice caso a la frase, en ocasiones hay que trabajar en perfil bajo y sin esperar nada.


Es mejor no esperar nada para evitar decepciones dolorosas y cada año que pasa me reafirmó en esa idea, si esperas algo lo más probable es que no suceda o que aquello que deseabas ni se dé.

Que hayas estado muchos años en sitio no quiere decir que te vayan a invitar al aniversario, aunque ya no colabores con ese medio, lo normal es invitar a los que están, los que han pasado no suelen contar.

Antes eso me hubiera dolido o molestado, pero prefiero verlo desde otro prisma, si no invitas es que has olvidado a quien te ayudo y eso dice mucho de la personalidad del organizador.

Uno no va a recrearse en esas cosas, prefiere centrarse en pasar ideas de un papel a la realidad, es difícil y un reto apasionante y empezar cosas de cero me ha tocado hacerlo muchas veces...

Toca empezar de cero de nuevo tanto escribiendo como la radio año 2022 toca poner el contador a cero y ver hacia donde me lleva el destino.

Después de, 27000 horas dedicadas a otros proyectos, ha llegado la hora de volar solo, no por gusto, sino para seguir avanzado.

Lo único que puede suceder es que vuelva a equivocarme como tantas otras veces, por eso prefiero pensar en positivo y caminar sin prisas.

sábado, octubre 01, 2022

NORMAS


Desde que apareció el COVID en nuestras vidas, la gente está más irritable e irascible después del confinamiento obligatorio, es normal a nadie le gusta que le roben años de vida, tampoco es agradable que por cumplir una norma se rompan relaciones personales fruto del distanciamiento. Cada día que pasa entiendo menos el mundo poscovid, donde todo parece molestar, los enfados son permanentes y la gente por lo general está más retraída que antaño. Los medios de comunicación cada vez dan más noticias negativas que repiten hasta la saciedad, ahora insinuando la posibilidad de inocular una cuarta dosis de una vacuna que ya se ha suministrado tres veces, no tiene mucho sentido, pero ese es el nuevo mantra. El globalismo es lo que está de moda para ser un buen ciudadano, has de cumplir lo que te dicen sin protestar como si fueras un robot. Si este es el mundo del futuro no me gusta, no me siento cómodo entre tanta norma y tanta censura, donde no puedes programar ciertas canciones porque son hirientes; sin embargo, el reguetón con sus letras violentas cuenta con el beneplácito de todos. Se censuran las novelas de Ágata, Christi, Dickens y otros, según los sabios de lo correcto, porque son peligrosos para la mente de sus lectores. Si las universidades prohíben estos autores que se puede esperar de los políticos tan dados a dictar normas estúpidas como no fumar en la playa o en las terrazas al aire libre... Es muy agradable la agenda 2030 que consiste en reducir tu existencia a trabajar y consumir. No contéis conmigo para ser uno más del maldito rebaño. Seguiré leyendo lo que me apetezca, escuchando canciones antiguas que no suenan en la radio y cuestionando todo lo que cuentan los medios de comunicación comprados gracias a la publicidad institucional. Se dijo que después de la pandemia seriamos más solidarios y mejores, una mentira mil veces repetida por la prensa que como tantas otras jamás se cumplieron. Conclusión, no hay que fiarse ni de la prensa ni de los políticos, van los dos en el mismo barco...

martes, septiembre 13, 2022

FICCIÓN Y REALIDAD

 Ha llegado septiembre, las novedades editoriales inundan los anaqueles de las librerías.

Libros frescos dispuestos a ser devorados por los lectores que no son muchos, pero mantienen la sana costumbre de leer, ya sea en papel o en formato electrónico.

El verano no se ha acabado, aunque los medios de comunicación se empeñen en ello un día sí y otro también.

El invierno llega el veintiuno de septiembre, no antes por mucho que los periodistas se empeñen.

Las cosas por mucho que se repitan no siempre son ciertas. 

Los medios juegan a alarmar, a crear tensión y miedo para que la gente sea obediente y sumisa.

Por ello, para vivir mejor, más tranquilo, siempre es útil la compañía de un buen libro. 

Evitar los periódicos, es también un gran alivio y es que desde la llegada del COVID todo son malas noticias.

Parece que la historia se ha puesto a escribirla un guionista pesimista y resentido con el mundo.

Que disfruta narrando desgracias cuando la mayoría de gente aspira a vivir de su trabajo y que no se metan en su existencia.

 Siempre aparece algún alto cargo con ideas extraídas de alguna novela de ciencia ficción, indicándote como ser un buen ciudadano, cuál es el comportamiento correcto que debes comer, como vestir a quien aceptar en tu esfera sentimental y otras ocurrencias similares…

Desde que estallo la crisis del COVID la gente está de peor humor, normal cuando sin permiso te roban dos años de vida que según la edad de la persona son un mundo.

 En ocasiones me da la impresión de estar viviendo una pesadilla fruto de una mala noche, pero sé que no es así…

La realidad siempre supera la ficción en los aspectos negativos.

Mi existencia no ha cambiado para bien en estos dos años, pero de eso nadie tiene la culpa, la biología es compleja. 

Lo divertido del asunto es tener que huir de aquellas personas que han sufrido una transformación de carácter a peor.

Digan lo que digan la gente, ahora está sufriendo psicológicamente lo que sucedió hace tres años.

 Los traumas acaban saliendo del armario y la mente es algo demasiado compleja para que no tenga secuelas…

De hecho, la realidad supera siempre la ficción, cada día la vida actual se parece más la novela 1984.

La famosa agenda 2030, que tiene nombre de novela futurista, no es más que un texto con indicaciones para realizar ingeniería social y cambiar la forma de vida anterior a marzo de 2019.

 Texto que por cierto con ayuda de los medios de masas está siendo cumplido sin fisuras.



jueves, agosto 04, 2022

TIEMPOS SALVAJES

 Llega el verano el termómetro explota con continuas olas de calor, habituales cada cierto tiempo.

Todo el mundo que tiene trabajo piensa en sus vacaciones. Los que no tienen trabajo, no tienen vacaciones, en consecuencia siguen llamando a todas las puertas que son posibles. Sabedores que en septiembre habrá una nueva crisis y más vale estar en el mercado que viéndolas venir. La crisis que viene va a ser dura y dolorosa. La gente vive este verano como si fuese el último de su vida… Quizás sea el último de un mundo que está a punto de cambiar. Se avecinan tiempos difíciles en un país desunido, quebrado y adormilado. Los medios de comunicación entretienen a las masas con mucho futbol. Los nuevos éxitos de los cantantes de moda. El gentío parece resignarse lo peor está por venir y no pueden hacer nada para cambiar su destino. Es más, nadie se ha quejado de que le cueste llegar a fin de mes que el año pasado. En otros tiempos, la gente tomaría las calles, pero esos días de lucha por los derechos se ha dejado de lado. Ahora la gente se conforma con tener un móvil, plataformas de televisión de pago y una cerveza. En otra época, la ciudadanía quemaría las calles para protestar por la mala gestión de sus dirigentes, pero ahora han decidido ser sumisos y protestar en el bar o con los conocidos más cercanos. La censura en internet avanza despacito y sin oposición ninguna llegará un día que no se podrá decir nada para no ofender. Vamos camino del nuevo mundo, ese que plasma la novela 1984, pero sin ministerio de la verdad por momento, si con censura, salvo que seas un vendedor de humo profesional de esos que abundan anunciando la fórmula de como hacerse rico en internet en dos tardes...

viernes, julio 08, 2022

RECUERDOS

Hoy es un aniversario agridulce, hace años empecé en la radio, mi abuelo me acompaño gesto que nunca olvido fue su forma de apoyar a su nieto en su vocación radiofónica que sigue intacta a pesar de los muchos reveses.

Hace años que no está conmigo, pero le recuerdo a diario.


Un ser del que aprendí mucho y muy bueno y al que siempre aspiro a parecerme.


Siempre pendiente de las novedades de cualquier tipo.


Curioso y muy comunicativo, dos cualidades que son básicas para un buen locutor.


Mi, abuelo, sin prenderlo, era muy curioso y siempre hasta su muerte tenía interés por la lectura y todo lo que pasaba a su alrededor, ya fuera la salida de un nuevo producto al mercado o cualquier otro asunto.


La curiosidad no la perdió nunca.


Lo mismo que me recomendó un director de radio ya retirado, dedicado ahora a otros menesteres, entre ellos organizar veladas de flamenco.


Para mí hay dos tipos de personas de los que puedes aprender y los que no puedes confiar, estos últimos tienen una concepción utilitarista de las personas, es decir, las apoyan mientras le son útiles a sus fines personales o profesionales, una vez dejan de serlo, les dan la patada como un artículo de desecho.


En este segundo grupo entrarían aquellos que, habiendo colaborado con ellos en su medio o proyecto, no tienen la cortesía de invitar al aniversario del medio cuando este sucede.


Lo cual dice mucho del tipo de personas que son, ya lo decía mi abuelo “quedar bien no cuesta nada”, pero esperar eso de un medio municipal, aunque le hayas dedicado cariño, tiempo y esfuerzo es esperar en vano.


Vivimos en la sociedad de usar y tirar, me eres útil, te doy palmadas en la espalda.


Me canso de ti, ahí tienes la puerta.


Mi abuelo lo tendría claro, sigue tu camino y no les des importancia a aquellos que no cuidan los detalles, eso demuestra que solo miran por sus intereses, nadie es imprescindible en ningún sitio y como decía cuando me angustiaba no lo hagas, no vas a heredar el sitio donde estás.


Ya me lo aviso muchas veces, no todo el mundo es bueno, ni sabe cuidar a la gente de la que se rodea y aunque no lo creas, la maldad existe.


Y en todos los grupos hay envidias, celos y manías, unas veces justificadas y otras no.


De mi abuelo aprendí muchas cosas y me temo que otras se nos quedaron pendientes como pasa siempre, quizás algún día llegue a su nivel de cultura y sabiduría.


Me temo que me queda camino por recorrer.


Ahora está de moda despreciar las vivencias de los abuelos, en mi caso siempre fue un referente por muchas cuestiones.


La sociedad actual no la entendería y no daría abasto a lo rápido que va la tecnología y lo habría pasado muy mal por el COVID, por suerte para él esta parte de la película no la ha vivido...


Lo habría pasado muy mal.


Hace unos días que llevo dándole vueltas a la cabeza que diría a él a lo irascible que está la gente últimamente.


Seguramente le quitaría hierro al asunto y me diría que todo es pasajero, incluso las malas rachas y el enfado permanente de algunas personas.


Por mucho tiempo que pase le tengo presente, lo llevo en mi corazón y no lo olvido.

miércoles, junio 01, 2022

HACER COMO HACEN

 Hay demasiada gente que no creyó en mí, pero no voy a citar ni sus nombres ni cargos no merecen publicidad.

Tampoco pensaban que pudiera obtener el título de locutor de radio y tras muchos esfuerzos y ochenta crisis de colon irritable lo conseguí. Que mi voz no encaje por falta de graves no es más que una excusa estúpida para darme de lado, pero ya estoy acostumbrado, la gente inventa pretextos para discriminar. Ya sean estéticos o de otro tipo, la cuestión es menospreciar a la otra persona, es el deporte español favorito, aunque no te conozcan de nada, te mandan correos insultando lo que haces o si te trataron una vez suponen con derecho a ponerte la etiqueta de turno. A esa la gente le suele faltar una temporada de dificultades inesperadas para bajarse de su nube. Pero no seré yo quien ponga nombres y apellidos ni me apetece ni quiero meterme en más líos, bastante tengo con no quedarme hecho un ocho y evitar la silla de ruedas para encima luchar con las neuras de los demás. Cada uno que viva su vida, lo único que me molesta es que el malo para ellos soy yo... Seguro que mi misma situación, estos que son tan listos y van de sabios de la vida, se habrían tirado por una ventana al primer mes de dolor seguido, convivir con el dolor no es fácil y endurece el carácter. Pero es más fácil insultar, menospreciar o simplemente descalificar en lugar de tener empatía. Detrás de una pantalla este tipo de personas son muy valientes, en persona, no me aguantarían la mirada, estoy convencido, ya tengo experiencia. Como decía mi abuelo, "Tratar como te traten no es pecado", así que cuanto más insultos y descalificaciones, más indiferencia por mi parte. Os esforzáis demasiado en ser bordes y crueles, olvidado que os vais a morir, igual que yo quizás rodados de más lágrimas, pero esas lágrimas faltaría saber si son en ensayadas o sentidas, no os preocupéis, no estaré allí para comprobarlo.

EL TEXTO DESTACADO

VESTIDOS

 El vestuario ha experimentado una fascinante evolución desde 1900 hasta nuestros días. A principios del siglo XX, la moda estaba dominada p...