viernes, julio 08, 2022

RECUERDOS

Hoy es un aniversario agridulce, hace años empecé en la radio, mi abuelo me acompaño gesto que nunca olvido fue su forma de apoyar a su nieto en su vocación radiofónica que sigue intacta a pesar de los muchos reveses.

Hace años que no está conmigo, pero le recuerdo a diario.


Un ser del que aprendí mucho y muy bueno y al que siempre aspiro a parecerme.


Siempre pendiente de las novedades de cualquier tipo.


Curioso y muy comunicativo, dos cualidades que son básicas para un buen locutor.


Mi, abuelo, sin prenderlo, era muy curioso y siempre hasta su muerte tenía interés por la lectura y todo lo que pasaba a su alrededor, ya fuera la salida de un nuevo producto al mercado o cualquier otro asunto.


La curiosidad no la perdió nunca.


Lo mismo que me recomendó un director de radio ya retirado, dedicado ahora a otros menesteres, entre ellos organizar veladas de flamenco.


Para mí hay dos tipos de personas de los que puedes aprender y los que no puedes confiar, estos últimos tienen una concepción utilitarista de las personas, es decir, las apoyan mientras le son útiles a sus fines personales o profesionales, una vez dejan de serlo, les dan la patada como un artículo de desecho.


En este segundo grupo entrarían aquellos que, habiendo colaborado con ellos en su medio o proyecto, no tienen la cortesía de invitar al aniversario del medio cuando este sucede.


Lo cual dice mucho del tipo de personas que son, ya lo decía mi abuelo “quedar bien no cuesta nada”, pero esperar eso de un medio municipal, aunque le hayas dedicado cariño, tiempo y esfuerzo es esperar en vano.


Vivimos en la sociedad de usar y tirar, me eres útil, te doy palmadas en la espalda.


Me canso de ti, ahí tienes la puerta.


Mi abuelo lo tendría claro, sigue tu camino y no les des importancia a aquellos que no cuidan los detalles, eso demuestra que solo miran por sus intereses, nadie es imprescindible en ningún sitio y como decía cuando me angustiaba no lo hagas, no vas a heredar el sitio donde estás.


Ya me lo aviso muchas veces, no todo el mundo es bueno, ni sabe cuidar a la gente de la que se rodea y aunque no lo creas, la maldad existe.


Y en todos los grupos hay envidias, celos y manías, unas veces justificadas y otras no.


De mi abuelo aprendí muchas cosas y me temo que otras se nos quedaron pendientes como pasa siempre, quizás algún día llegue a su nivel de cultura y sabiduría.


Me temo que me queda camino por recorrer.


Ahora está de moda despreciar las vivencias de los abuelos, en mi caso siempre fue un referente por muchas cuestiones.


La sociedad actual no la entendería y no daría abasto a lo rápido que va la tecnología y lo habría pasado muy mal por el COVID, por suerte para él esta parte de la película no la ha vivido...


Lo habría pasado muy mal.


Hace unos días que llevo dándole vueltas a la cabeza que diría a él a lo irascible que está la gente últimamente.


Seguramente le quitaría hierro al asunto y me diría que todo es pasajero, incluso las malas rachas y el enfado permanente de algunas personas.


Por mucho tiempo que pase le tengo presente, lo llevo en mi corazón y no lo olvido.

EL TEXTO DESTACADO

SIGLO XX

 La historia de la música es una disciplina que estudia el desarrollo de las diferentes tradiciones musicales a lo largo del tiempo y el esp...