La gente sigue en permanente estado de crispación, la red se ha convertido en la sentina donde todo el mundo descarga sus frustraciones.
A la mínima ocasión aprovechan para insultar y amenazar gratuitamente, es muy cómodo insultar detrás de la pantalla tras el calorcito de su casa, mientras se rascan el bigote y le dan un trago al espirituoso de turno. Hay redes como que sirven para vender y otras para insultar al vecino, la cuestión radica en ser agresivo con el resto del mundo.Esta situación de crispación constante en la que nos encontramos parece no tener fin. La falta de empatía y respeto hacia los demás es cada vez más común, y parece que la gente se siente más cómoda desahogándose en internet que en persona.
A pesar de que la tecnología nos permite estar conectados con personas de todo el mundo, también nos aleja de las relaciones humanas más cercanas y nos hace perder el sentido de comunidad y solidaridad.
Es importante que todos hagamos un esfuerzo por cambiar esta situación. Debemos recordar que detrás de cada pantalla hay una persona real, con sentimientos y emociones. Debemos tratar a los demás con el mismo respeto y consideración que esperamos recibir nosotros mismos.
También es importante reconocer la importancia de la empatía y la comprensión mutua. No siempre estaremos de acuerdo con los demás, pero debemos tratar de entender sus puntos de vista y respetarlos, incluso si no compartimos su opinión.
En resumen, es necesario un cambio de actitud por parte de todos para construir un mundo más pacífico y amable. Depende de cada uno de nosotros hacer nuestra parte para lograrlo.
