lunes, febrero 11, 2019

MI REFUGIO

Con veinte años descubrí que el único país que me llamaba la atención era Italia, por aquel entonces le pedí a mi abuelo que me comprara un diccionario de italiano.


Poco a poco y de un modo un tanto autodidacta me fui introduciendo en ese país, me interesé por su música que aquí no es demasiado conocida, su gastronomía, sus costumbres.



Aunque mi italiano está en proceso de mejora, la escritura me resulta algo más costosa de lo esperado.



Sigo soñando con visitarlo algún día, quizás cuando mi estado físico sea algo mejor.



Por el momento sigo investigando sobre el país, incluso en un momento de zozobra personal, averigüe los pasos a seguir para lograr la nacionalidad italiana, que todo sea dicho de paso es muy difícil de lograr cuando no se tienen ancestros italianos.



Desconozco si algún día lo visitaré, pero me marque como reto poder mantener una conversación en italiano y poder leer en esa lengua y ese es mi objetivo.



Es uno de esos pequeños deseos que está en mi mano cumplir y a él aspiro.



Me entretengo oyendo la radio italiana, así seguro que acabo entendiendo el idioma y mejorando mi pronunciación.



Si tuviera que exiliarme Italia sería quizás un buen refugio.

EL TEXTO DESTACADO

SIGLO XX

 La historia de la música es una disciplina que estudia el desarrollo de las diferentes tradiciones musicales a lo largo del tiempo y el esp...