En épocas difíciles lo mejor es refugiarse en los libros, huir de las redes sociales y la crispación.
Escuchar buena música, apagar la radio y la televisión, abandonar la lectura de los periódicos que últimamente parecen fotocopias unos de otros ahorrando ese dinero para comprar novelas del agrado de uno y mantener la mente alejada de un ambiente tenso, crispado, estomagante y propenso a la pesadumbre.
Resulta curioso que los ingenieros que tanto empeño ponen en que estemos permanentemente conectados mediante
Impresionante
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